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sábado, 27 de agosto de 2016

EQUIPAMIENTO PARA ESTE VIAJE

Entre el equipamiento para la moto tenemos:

MOTO. 
Claro. Para viajar en moto lo primero que necesitas es una moto. La mia es una Yamaha Fazer 2.0 modelo 2016. Su motor es de "apenas" 149 cc, pero es suficiente para mi travesía. Recuerden que hay gente que viaja en scooters y en bicicleta.

PORTA BAUL Y PORTA ALFORJAS.
Las mias son de la marca Fire Parts de Mastech. Son indispensables para sujetar el baúl y las alforjas. No son muy baratos pero es un gasto que haces una sola vez y son de excelente calidad. Ambos soportes cuestan alrededor de US$85

BAUL
Los hay de distintos tamaños y capacidad de almacenamiento. El mio es del mediano, ni muy pequeño ni muy grande, Tiene el tamaño ideal para mi moto, tiene luces de stop y cerradura con alarma. Es de la marca Cooler y cuesta unos US$56

ALFORJAS
Son de la marca Falcon y las mas grandes de su catálogo. Traen lineas reflectivas y una corredera para ampliar su capacidad de almacenamiento. Son de lona de muy buena calidad. En motos de bajo cilindraje recomiendo preferiblemente maletas de lona en lugar de las rígidas, ya que este tipo de motos por ser más pequeñas presentan mayores vibraciones, lo cual a la larga hace que los tornillos que sujetan las maletas ganen holgura y terminen cayendo. 

TANK BAG
Compré uno de la marca colombiana Vesmol y me ha sorprendido por lo bueno y lo barato. Tiene lineas reflectivas, corredera para ampliar su capacidad, una funda transparente para poner el celular y una funda impermeable para protegerlo de la lluvia. Adicionalmente a eso puedes pedirlo con la corredera del color que desees y trae un accesorio adicional que sirve para sujetar un casco. Me costó sólo US$20. El tank bag no es necesario para todo el mundo. Yo lo compré porque  me permite acceder a la cámara fácilmente sin tener que bajarme de la moto. 

SLIDERS
De la marca Fire Parts de Mastech. Cuestan unos US$53 y son indispensables para proteger la moto de caídas. Tambien sirven para poner accesorios adicionales, como las...

... EXPLORADORAS ANTINIEBLA
Las mias fueron un segundazo a buen precio en Mercado Libre. Para un viaje de este tipo es indispensable que sean antiniebla. 

PUERTO USB
Indispensable para cargar el celular, el GPS o cualquier otro aparato que se cargue vía USB. El mio trae una entrada de 12V adicional. 

PORTA CELULAR
Brinda la facilidad de llevar el celular a modo de GPS y ver el camino mientras conduces. Tambien puedes poner musica o escuchar la radio. Es más cómodo llevarlo ahí que llevarlo en la funda del tank bag. 

ACEITE Y FILTROS DE ACEITE
Cada vez que le hago un cambio de aceite a la moto le cambio tambien el filtro, por eso llevo uno filtro por cada botella de Yamalube. Para este viaje solo llevo dos botellas, las demás se pueden comprar en el camino. Recuerden que en carretera lo recomendable es cambiar el aceite cada 2.000 kilometros 

ADITIVOS Y MEJORADORES DE OCTANAJE. 
Yo llevo dos botellas de mejorador de octanaje, una botella de líquido limpiador del sistema de inyeccion, una botella de lubricante penetrante y otra de silicona. Esto es para limpiar y consentir la moto durante el viaje. 

Si vas a viajar como un guerrero, con presupuesto limitado y dispuesto a todo, vas a necesitar un kit de hotel y de restaurante, es decir, camping y cocina portátil. El mio esta compuesto por lo siguiente:

CARPA
Para dos personas porque viajo yo solo. El espacio adicional me sirve para guardar mis maletas y mis cosas. Que sea liviana y fácil de armar. Te recomiendo que practiques el armado y desarmado de la carpa antes del viaje para que no te lleves sorpresas. Si trae protecciones contra la lluvia mucho mejor. 

BOLSA DE DORMIR
O sleeping bag. Los hay de todos los precios. El mio creo que va bien. Es de la marca Klimber y me costó unos US$20. Si puedes permitirte uno mejor enhorabuena; la diferencia se siente. 

COLCHONETA TÉRMICA
Es delgada, liviana y barata.  Trae un recubrimiento de tela metalizada que aísla el calor. Me costó unos US$6. Espero que no sea desechable. 

ESTUFA DE GASOLINA
Las hay de gas, mas baratas y livianas, pero la mía es de gasolina por varias razones: no tengo que preocuparme por combustible, uso la misma gasolina de la moto y ya está. Es increíblemente práctica y funcional. Además fue una ganga; pagué la cuarta parte de lo que costaba una estufa similar. Es antigua, hecha enteramente en acero de alta calidad, razonablemente liviana (3 kg en seco) y cabe muy bien en el baúl de la moto. Una estufa de gasolina siempre te garantiza disfrutar de un café en la cima de una montaña. 

CAFETERA
Para mí no es necesaria, es INDISPENSABLE. Soy un adicto consumado al café colombiano y NECESITO un café todas las mañanas. Tambien llevo un termo para el café. 

JUEGO DE OLLAS DE CAMPING
Es un pequeño set que incluye olla, sartén, un par de recipientes plásticos, una cuchara para servir, una esponja para limpiar y una espátula de madera para revolver. Es muy práctico, liviano y ocupa realmente muy poco espacio. Sin embargo me pareció muy costoso: 26 dólares por una cosa que parece de juguete. 

PLÁSTICO GRANDE
Los viajeros lo recomiendan. Sirve para cubrir la carpa en caso de lluvia, entre otras funcionalidades. El mío mide 2.3 x 2.3 metros. 

CUERDAS
Largas y resistentes. Llévalas por si acaso. 

Por otro lado tenemos el equipo necesario para el motociclista, el cual es indispensable por el sólo hecho de conducir una moto: chaqueta con protecciones, guantes, pantalón con protecciones (o al menos un par de rodilleras, como en mi caso), casco, balaclava o pañoleta, uniforme impermeable. No llevo las tan afamadas botas de motociclista porque son muy caras. En su lugar viajo con un par de tenis Nike para jugar baloncesto. Fueron un regalo de mi amigo Daniel y espero que me acompañen por todo el viaje. Para terminar tenemos la ropa y los artículos de aseo. Qué llevar y qué no llevar en este rubro depende de las necesidades particulares de cada quien. 












viernes, 26 de agosto de 2016

PORQUÉ QUIERES HACER ESTE VIAJE?

En la vida hay veces que se presentan situaciones en las que uno tiene la oportunidad de sujetar el toro por los cuernos y dirigir la orquesta. Sin embargo para poder actuar en consecuencia uno debe ser capaz de ver esas situaciones e identificarlas. Yo estuve durante casi 10 años de mi vida trabajando incansablemente como empleado de tiempo completo en la industria del turismo y la hospitalidad de Cartagena y el Caribe colombiano. Durante ese tiempo aprendí muchas cosas sobre el profesionalismo en el trabajo, en la importancia de la calidad del servicio y sobre la ética laboral en organizaciones grandes y pequeñas, sin embargo la mayor lección que me dejaron esos años de vida es que me enseñaron que yo no quería seguir viviendo así. Ya sabes; ante la dificultad de saber qué es lo que quieres, concentrate primero en saber qué es lo que no quieres. Y lo que no quieres es lo que no te hace feliz. En mi caso no me hacía feliz el hecho de tener que cumplir extenuantes horarios de trabajo que no te dejan tiempo para explotar tus pasiones. Dejé de lado el ciclismo, la fotografía, los viajes, las lecturas, por estar casi 12 horas del día (contando las horas extras y tiempos de traslado y regreso) trabajando como un robot, teniendo que pedir permiso para todo y no tener el poder de manejar mi propio tiempo. Eso, señores, no es vida. Porque tus mejores años, esos que deberías estar usando para conocer el mundo, los estas usando para hacer dinero para una empresa a la que básicamente no le importas. A la larga solo eres un tornillo más en un complicado entramado mecánico en donde cualquier pieza es fácilmente reemplazable. En mi último empleo llegué a tener las expectativas mas altas que haya tenido jamás. Duré año y medio en aquella empresa y fui despedido sin previo aviso, en una situación sumamente injusta en la que ni siquiera tuve oportunidad de defenderme y sin que mi jefe siquiera se despidiera de mí. Descubrí entonces que no podía seguir en un mundo en donde la mayor parte de las circunstancias no estan bajo mi control y donde los demás deciden mi destino. Sin embargo tuve suerte de ser despedido porque abrí mis ojos a la fuerza. A los pocos días me llegaron algunas ofertas laborales. Las rechacé todas. la decisión ya estaba tomada. 

Sin embargo esta no fue una decision intempestiva, motivada únicamente por el típico estrés que causa un despido, si no que la idea ya venía cocinándose en mi mente desde tiempo atrás. Recuerdo que desde niño me llamaban la atención los caminos rurales. Pasaba por la carretera en el bus, veía los caminos y pensaba qué habrá por allá? A dónde conducirá ese camino? Tenian una irresistible fuerza de atracción hacia mí. Nací y crecí en una ciudad calurosa, costera, tal vez por ello me llaman más la atencion los paisajes rurales y el clíma frío, porque es lo opuesto a lo que experimenté desde niño. 

El amor por los viajes en mi caso empieza desde el amor por las motos. Si no amas las motos dificilmente podrás hacer un viaje de este tipo. Yo siempre practiqué ciclismo y ciclomontañismo y ya sentía predilección por moverme en dos ruedas. Luego de ello uno de los detonantes iniciales de esta idea tuvo su origen en un artículo del periódico El Tiempo que narraba la historia de Germaín Dussan, un colombiano que viajó desde su natal Cúcuta, en la frontera con Venezuela, hasta Santiago de Chile, en una Suzuki GN125 y con 1.5 millones de pesos de presupuesto. Su historia y sus palabras me susurraron al oído que es posible vivir una gran aventura con poco dinero:

“Pude tener un choque de frente con la naturaleza, llegar a algunos sitios mágicos, pero sobre todo tener un encuentro directo con las personas que se cruzaron en mi camino. Hay una gran hermandad motera en Suramérica, es como si no hubiesen fronteras, hay mucha unión y familiaridad”

Luego empecé a indagar más sobre el tema y descubrí las historias de incontables viajeros que han hecho lo mismo, que hay una hermandad motera en el continente y que en cualquier moto se puede viajar. Conocí la historia de Emilio Scotto, el célebre argentino que le dio dos vueltas a la Tierra durante 10 años sobre una Honda Goldwing del 85. Emilio es catalogado como el último gran explorador de nuestro tiempo. Su historia también me inspiró y me enseñó que los sueños no tienen límites y que todo, absolutamente todo lo que te propongas, lo puedes lograr. También conocí con asombro las historias de personas que han recorrido continentes enteros en bicicleta, pidiendo autostop, viajando en limosinas, en viejos camperos, minivans, motos de 70cc, etc. Practicamente puedes viajar COMO QUIERAS. 

Me di cuenta que Suramérica es un continente maravilloso, apetecido por viajeros y aventureros de todo el mundo. Entre sus destinos de lujo se encuentran El Macchu Picchu  y las Líneas de Nazca en el Perú, la laguna de Quilotoa en Ecuador, el salar de Uyuni en Bolivia y el hermoso paisaje de la carretera Austral de Chile, entre muchos otros destinos. En realidad me quedo sumamente corto para describir las bellezas que tiene este lado del planeta. Descubrí los viajes de Miquel Silvestre en su BMW GS1200, de Martín Solana en su Capitana (KTM 990 Adventure) y de colombianas como Gina y Olga Alvarez; mujeres que viajan solas en sus motos, son unas guerreras admirables. También me sorprendió la historia del colombiano Mateo del Rio, quien se fue en su Vespa GTS 300 desde Bogotá hasta San Carlos de Bariloche, en Chile. 

Mirando todo este panorama supe entonces que el próximo debía ser yo. Ya se había convertido en un sueño: quería viajar por Suramérica en moto. Supe que lo tenía que hacer en algún momento de mi vida, pero no sabía cuándo. Al llegar la noticia de mi despido en el fondo de mí sabía que había llegado el momento.